¿Qué es?  El hongo cándida albicans es responsable de la mayoría de las infecciones ginecológicas producidas por hongos. Naturalmente existe una microbiota equilibrada con diversidad de microorganismos como hongos, -entre ellos la cándida-, además de bacterias benéficas, -como las lactobacillus-, que actúan para evitar por ejemplo una infección por hongos. Sin embargo, ese equilibrio puede perderse por diferentes motivos y circunstancias, lo que conlleva a que la cándida cambie su morfología, madure y genera una vulvovaginitis candidiásica. Cuando esta infección se repite 4 o más veces a lo largo de un año, se considera que es recurrente. 

¿A quiénes afecta? 

3 de cada 4 mujeres en distintos momentos de su vida, tuvieron o tendrán una infección vaginal provocada por candidiasis. 

Síntomas de la candidiasis vaginal recurrente 

• Presencia de flujo blanco, grumoso, sin olor. Se asemeja a queso cottage o ricota. 
• Sensación de ardor vaginal, especialmente durante las relaciones o al orinar, por la irritación del meato uretral. 
• Picazón e irritación. 
• Enrojecimiento o inflamación. 

Las causas del crecimiento excesivo de los hongos vaginales pueden ser varias. Te contamos las más frecuentes: 

• Uso de antibióticos que provocan un desequilibrio en la flora vaginal natural. 
• Estrés. 
• Diabetes no controlada: la hiperglucemia es un factor favorecedor por el aumento de glúcidos, que son consumidos por la cándida para replicarse. 

• Dieta baja en fibras y alta en hidratos de carbono. 
• Sistema inmunitario deteriorado. 
• Consumo de anticonceptivos orales o terapia hormonal que aumenta los niveles de estrógeno.